El cribado es una serie de estrategias utilizada como prevención secundaria, con el objetivo de identificar individuos asintomáticos con lesiones precancerosas o en una fase inicial de la progresión tumoral.
Para la detección precoz de CCR se utilizan diversas pruebas. Hay que valorar el riesgo de complicaciones y la aceptación por el paciente, que está condicionada en gran medida por las molestias que ocasionan como dolor e incomodidad por la preparación.
Para la detección precoz de CCR se utilizan diversas pruebas. Hay que valorar el riesgo de complicaciones y la aceptación por el paciente, que está condicionada en gran medida por las molestias que ocasionan como dolor e incomodidad por la preparación.
Sirve para detectar la presencia de pequeñas cantidades de sangre en las heces, pero no el cáncer. Este análisis es fácil de realizar y nada agresivo;no obstante, es más inespecífico que otras pruebas, puesto que tener sangre en las heces no es sinónimo de cáncer, pudiendo ser síntoma de otras muchas enfermedades.
Esta prueba ha demostrado la reducción de un 15-18% de la mortalidad. La alta tasa de falsos positivos y la baja sensibilidad motivan que no sea un buen método de cribado.
Endoscopias
Son exploraciones que sirven para ver el tumor. Para ello se introduce un tubo provisto de un sistema que permite visualizar la zona a explorar. Según que parte del intestino se mire, se distingue entre:
> Rectosigmodoscopia: consiste en la introducción, a través del ano, de un tubo corto que permite explorar el recto y la parte baja del colon. Se necesita una preparación previa del intestino mediante enemas pero, por lo general, se tolera sin necesidad de sedación
> Colonoscopia: es una técnica que permite que se visualice el interior del intestino grueso para confirmar la existencia de un tumor. Antes de su realización se prepara el intestino grueso (colon) para que no queden residuos sólidos. A continuación se introduce por el ano un colonoscopio, que es un tubo flexible con una cámara en su extremo. Si durante la colonoscopia se observa una lesión sospechosa, se extrae una pequeña muestra para que la analicen en Anatomía Patológica y confirmen o descarten el diagnóstico de cáncer.
Actualmente se considera la técnica de elección para detectar las lesiones neoplásicas colorrectales.
Asimismo la colonoscopia es la exploración con mayor proporción de complicaciones: perforación (1/1.000 pacientes), hemorragia importante (3/1.000 pacientes), arritmia, depresión respiratoria por la sedación, dolor abdominal transitorio, íleo e infección nosocomial.
La eficacia de la colonoscopia en el diagnóstico del CCR es cercana al 95% y está relacionada con el grado de calidad de la exploración.
Enema baritado de doble contraste (EBDC)
> Rectosigmodoscopia: consiste en la introducción, a través del ano, de un tubo corto que permite explorar el recto y la parte baja del colon. Se necesita una preparación previa del intestino mediante enemas pero, por lo general, se tolera sin necesidad de sedación
> Colonoscopia: es una técnica que permite que se visualice el interior del intestino grueso para confirmar la existencia de un tumor. Antes de su realización se prepara el intestino grueso (colon) para que no queden residuos sólidos. A continuación se introduce por el ano un colonoscopio, que es un tubo flexible con una cámara en su extremo. Si durante la colonoscopia se observa una lesión sospechosa, se extrae una pequeña muestra para que la analicen en Anatomía Patológica y confirmen o descarten el diagnóstico de cáncer.
Actualmente se considera la técnica de elección para detectar las lesiones neoplásicas colorrectales.
Asimismo la colonoscopia es la exploración con mayor proporción de complicaciones: perforación (1/1.000 pacientes), hemorragia importante (3/1.000 pacientes), arritmia, depresión respiratoria por la sedación, dolor abdominal transitorio, íleo e infección nosocomial.
La eficacia de la colonoscopia en el diagnóstico del CCR es cercana al 95% y está relacionada con el grado de calidad de la exploración.
Enema baritado de doble contraste (EBDC)
Es el tipo de enema más propuesto como técnica de cribado de CCR. Requiere dieta líquida, laxantes y enemas durante las 24 horas previas. Entre un 5 y 10% de exploraciones no son concluyentes y es necesario repetirlas o bien realizar una colonoscopia posterior.
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